martes, 2 de febrero de 2010

A mi cama no se viene a dormir. Para dormir, mejor te quedas en tu casa.


- A mi cama no se viene a dormir. Para dormir, mejor te quedas en tu casa.
- En mi cama se entra desnuda. No tendrás frío, de eso me encargo yo (yo, el edredón de plumas y la calefacción central).
- Los prejuicios, los miedos, los tabúes, los complejos y demás inseguridades, las dejas ahí, junto a tu ropa. Te quiero desnuda de ropa y miedos.
- A mi cama no se viene a que te hagan. Si quieres que te hagan, busca con quién, y págalo. En mi cama se comparte. Se busca el placer del otro tanto como el tuyo. Es la forma en la que se entiende la palabra disfrutar.
- En mi cama se respeta el silencio. Se habla el lenguaje del placer, que provoca gemidos en lugar de palabras. Que sólo habla las palabras del deseo.
- Si estas saciada, dilo. O muéstralo. Es difícil saber cuándo lo está una mujer si no lo dice ella misma.
- Se generosa, dame tiempo a disfrutar igual que yo haré contigo.
- Olvida lo que vendrá después. Olvida si yo soy tu infidelidad, si piensas que te has enamorado de mi, si piensas que estar conmigo, antes o después, te traerá problemas. No has venido a pensar, has venido a disfrutar.


Cuando salgas de mi cama:
- Sólo, recuérdame.

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